¿Qué es el especismo?

El especismo es una forma de discriminación. Y de eso, bien sabemos los seres humanos.

¿Qué dice la RAE?

La RAE define al especismo como:

«La creencia según la cual el ser humano es superior al resto de los animales, y por ello puede utilizarlos en beneficio propio.»

Discriminamos por cuestiones de raza, género, orientación sexual, nacionalidad, religión, condición física o mental…

Y no solo discriminamos. También avasallamos, sometemos y explotamos.

Un ejemplo de esto es lo que ocurrió en la época de la esclavitud. En la que vulneramos los derechos de otras razas humanas.
Y en su momento fue socialmente aceptada y defendida. Incluso, fue legal.

Ni la aceptación social, ni la defensa ni la legalidad hizo que la esclavitud fuera moralmente correcta.

Hoy, otras atrocidades ocurren y son naturalizadas. Como el especismo y la explotación animal.

Los humanos desde nuestro antropocentrismo, creyéndonos la especie superior, utilizamos a los animales como transporte, entretenimiento, alimento, vestimenta, como sujetos de experimentación, etc.

Y a los veganos, que nos oponemos al especismo y a la explotación animal, suelen acusarnos de extremistas, hippies, y un sinfín de descalificativos.

Algunos argumentos para justificar el especismo suelen ser:

“Nacieron para eso”

“No son como nosotros”

“Están para servirnos”

“Es legal”

¿No eran esas mismas justificaciones las que usaba el hombre blanco para explotar a los negros?

El antiespecismo, tal como lo sugiere la palabra, se opone al especismo.

Partimos de la idea de que los animales no son algo, son alguien. No son cosas, no son propiedad del humano. No nacieron para nosotros ni para servirnos.

Las prácticas especistas no son éticas.

Sin embargo, la cultura ampara y justifica estas prácticas.

Hay una resistencia muy grande al cambio. Por varias razones, como los grandes intereses económicos, las costumbres, el desconocimiento de la sociedad, la comodidad, el miedo…

Amamos a algunos y explotamos a otros.

Desde el especismo hacemos diferenciaciones. Y esto varía de cultura en cultura.
Según cuál sea su especie, a algunos animales los protegemos e incluso decimos que son parte de nuestras familias. Y a otros, los consideramos cosas.

Los criamos y usamos como más nos place. Como si fueran algo, en lugar de alguien.

En occidente la idea de comer perro nos resulta cruel e inadmisible. Nos horrorizamos con el festival de Yulin en China, en el que se aniquilan anualmente miles de perros para su consumo.
Pero comemos carne de vaca, de cerdo, de pollo…

Todos los animales son seres sintientes, tienen personalidad propia e intereses. Sienten placer, miedo y dolor. Ningún animal camina voluntariamente hacia el matadero. Ni desea ser objeto de experimentación. Ni ser un esclavo.

Todos los animales quieren y tienen el mismo derecho a vivir, independientemente de su especie.

¿Por qué está mal comer perro y está bien comer cerdo?

¿Usarías un abrigo de piel de gato?

¿Qué diferencia más que la de nuestra propia mirada existe entre un animal y otro?

Cuando nos hacemos preguntas y nos cuestionamos, nos permitimos evaluar y evolucionar.

Y al igual que la humanidad evolucionó y abolió la esclavitud (a pesar de que muchos se opusieron) los veganos luchamos para visibilizar y terminar con el especismo.

Y sí, hoy somos una minoría.

Hoy.

Mañana será distinto.

El futuro es vegano. Estoy segura de ello.